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Aquí está la nueva normalidad

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 21 septiembre, 2021

De vuelta al trabajo a tope (y todavía alguno me decía que no había mucha tarea pendiente…) y así no hay problema de ponerme a pensar lo bien que estaba en vacaciones y la de cosas que he hecho en esas dos semanas que hemos estado en Cádiz. Casi mejor.

Lo primero ha sido contactar con los nuevos inscritos en la escuela de atletismo para comentarles algunas cosas y decirles en qué fechas comenzamos. Como escribí en el último artículo, había además unos niños en reserva y creo que también van a poder entrar en la actividad porque así no queda nadie fuera y damos oportunidad a todos. Además, hay algunos de ellos que llevan dos años esperando poder formar parte de la escuela de atletismo y tampoco es cuestión de hacerles esperar más.

La asociación de gimnasia de mantenimiento también ha comenzado su actividad y lo cierto es que lo agradezco porque son los ratos que me sirven para olvidarme de otras cosas y ‘relajarme’. Sí, parece un poco incongruente decir que me relajo haciendo ejercicio, pero es cierto. También ha vuelto a la normalidad con el regreso de algunos integrantes de antes de la pandemia.

La gente tiene ganas de volver a la normalidad, o por lo menos a lo más parecido, y eso también lo he comprobado en las actividades de los distintos pueblos, donde después de ese año y medio la afluencia a las sesiones de mantenimiento es prácticamente la misma que antes. De todas formas, volver a hacer actividades, sí, pero todavía y con precaución. Ya llegará el momento, y ahora sí que parece que está más cerca que nunca, de hacer una vida totalmente normal. Esperemos.

Así que lo dicho, entre unas cosas y otras no me ha dado tiempo a añorar mucho las vacaciones. Queda por comenzar la actividad de gimnasia de mantenimiento del Ayuntamiento para personas mayores, aunque en realidad va quien quiere, independientemente de la edad, y que se publicitará esta misma semana para empezar en breve.

Algunos a estas alturas se preguntarán todavía por qué decidí volver a vivir en un pueblo, o mejor dicho, villa, que si no alguno se me enfada. Pues las razones son bastantes y entre esas una de mucho peso es que aquí se puede socializar perfectamente desde que se sale de casa, o incluso sin tan siquiera hacerlo. Tenemos enfrente de vecinos a una pareja mayor con la que charlamos cuando coincidimos fuera y en realidad estamos pendientes los unos de los otros si durante algunos días no nos vemos. Es salir de casa y puedes parar a conversar o por lo menos saludarte y preguntarte, si quieres, qué tal va todo.

Viene esto porque esta semana pasada un día hemos vuelto del paseo con una bolsa de frambuesas que nos ha dado M. Tere cuando las subía del huerto y otro con una bandeja de fresas que desde la ventanilla del coche nos han ofrecido M. Jesús y Alberto. Se ve que a este se le ha olvidado el artículo en el que comenté que había pasado corriendo por su huerto y lo había visto un poco descuidado, cosa que después me rebatió e hizo ver que era un momento de cambio en las labores.

Y una vez de vuelta hay que retomar las actividades deportivas por aquí. En lo que se refiere a la bici, el viernes pregunté en el grupo del club si alguien se animaba para salir al día siguiente. Nadie dijo nada. Eso sí, me llamó José y me dijo que Polo y él iban a hacer la ruta Medina-Alba, como cada año coincidiendo con los días de la Marcha Teresiana, que lo habían pensado de repente y que si me animaba. Animarme sí, faltaría más, pero a estas alturas uno ya sabe lo que puede o no hacer y con la semana de trabajo que había tenido, estaba seguro que o no terminaba y me tocaba llamar para que me fueran a buscar o llegaba ‘para el arrastre’. Se lo agradecí, pero decliné la invitación y el sábado salí con Jonathan, el benjamín del grupo.

Los dos hicimos una buena ruta con un poco de monte, le llevé hasta el alto San Pelayo porque tenía ganas de volver por esa zona y él no lo conocía. Al final hicimos tres horas y con buenas sensaciones al coger de nuevo la bici de montaña. Por la tarde, paseando, nos encontramos a José y Polo, les pregunté qué tal la ruta y resulta que en el último momento habían tenido que suspenderla, mala suerte.

El domingo, tirada larga de una hora y veinte minutos de carrera para comenzar a preparar la media de la Diputación de Salamanca, que abre las inscripciones esta semana y que va a ser mi vuelta a las carreras oficiales (y la de muchos otros) a lo grande. Al acabar me fui al encuentro de los compañeros de Alba Running, que habían quedado para correr un rato y después hacer ejercicios en el campo de fútbol, palizón.                              

El próximo jueves comenzamos también de nuevo, después de año y medio, con la actividad de iniciación a la carrera. Lo dicho, parece que la normalidad va regresando.

Buena semana, amig@s.

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Una respuesta a “Aquí está la nueva normalidad”

  1. Juan w dice:

    Que grande Juan Carlos!!! Un abrazo

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