Por la mínima y con sufrimiento, como en el debut contra el Alcorcón, llegó una nueva victoria como local para el Santa Marta juvenil. De este modo el conjunto dirigido por Garci empieza la temporada con siete puntos de nueve posibles, situándose en la zona alta de la tabla. En esta ocasión los tormesinos se impusieron a un recién ascendido como el Burgos, que sigue sin saber lo que es puntuar.

Los minutos de tanteo entre ambos equipos duraron demasiado, y la primera parte transcurrió casi sin acercamientos de peligro. El juego se embarullaba en el centro del campo, y solo los detalles técnicos de los extremos generaban pequeños instantes de superioridad para ambos bandos. De hecho, entre salmantinos y burgaleses únicamente dispararon a portería dos veces antes del descanso.

La primera de ellas fue en torno al minuto 10, con una falta en el pico izquierdo del área que un jugador visitante lanzó directamente a las manos de Iker. Precisamente en el costado zurdo del ataque destacó Cristian, gran protagonista en el siguiente acercamiento del Burgos superado el cuarto de hora de encuentro. Tras varios regates en línea de fondo sacó un pase de la muerte que se paseó por el área sin ser rematado por ninguno de sus compañeros. Algo que se repitió en un saque de esquina a cuatro minutos para el descanso.

Un momento antes había llegado por primera vez al área rival el Santa Marta, con una doble ocasión en menos de sesenta segundos. Primero centró desde banda izquierda Gil a la salida de un córner, y cabeceó muy forzado Tomi. Y posteriormente este último finalizó un contragolpe con un remate desde la frontal que se dirigió mansamente a las manos de Pipo, ex guardameta de Unionistas.

La segunda mitad necesitaba poco para aumentar el interés y solo en cinco minutos el Santa Marta dispuso de una ocasión inmejorable. Fran pugnaba con el central Palacios dentro del área y el delantero acabó en el suelo. El colegiado señaló un penalti muy dudoso, pero el portero visitante adivinó las intenciones de Gil y evitó el primer tanto del partido.

Pudo hacer daño ese fallo al cuadro tormesino, pero no hubo que esperar ni diez minutos para enmendar la situación. En un centro desde banda izquierda Joe cedía de cabeza a Fran, y su compañero en la punta de ataque empujaba a bocajarro el balón al fondo de las mallas. Al iguel que en el primer encuentro como local del Santa Marta, el ex delantero del Badajoz adelantaba a los suyos.

A falta de veinte minutos para el final el conjunto dirigido por Garci estuvo a punto de dejar el partido casi sentenciado. Robó al lado del área rival Gil, se internó en el área y sacó un zapatazo con la zurda que se estrelló en el larguero. El rechazo cayó en las botas de Tommy, pero su remate también fue repelido por el travesaño.

Otra opción de matar el partido llegó en un contragolpe del cuadro local, pero en el pase de la muerte de Joe metió la pierna lo justo un futbolista del Burgos para evitar el remate completamente solo de Fran. Por ello se llegó a los últimos compases del choque con apretura en el marcador, algo que permitió a los visitantes soñar con sus primeros puntos hasta el pitido final. La mayoría de sus opciones las generaron a balón parado, pero la más clara partió de un saque del portero que ninguno de los jugadores que se encontraban en boca de gol consiguió rematar.