Había dos fechas marcadas en rojo en el calendario chacinero en este inicio de nuevo año: las jornadas 19 y 20, dos partidos seguidos en casa que deben ser la clave del camino de la salvación y, por tanto, de la permanencia en Segunda B. Dos victorias casi obligatorias. Y una ya está en la saca.

El C.D. Izarra parecía el rival propicio. Sumido en una mala racha y situado dos puntos por encima del Guijuelo. Una tarde fría en lo meteorológico que se trasladó al verde. El Guijuelo  se mostraba encorsetado y con dificultad para salir con el balón jugado debido a la alta presión ejercida por el equipo estellés. Se mostró especialmente activo Ibai Ardanak durante el primer tercio de encuentro, encontrando las cosquillas a Iván Pérez y con varios envíos al área que no tuvieron rematador. 

Pintaba que iba a ser un partido que se definiría en detalles y por ahí vino la mejor ocasión de la primera parte para los locales, a través de un error en un despeje del visitante Allala que dejó franco en el área un balón a pies de Pablo Espina, quien buscó colocar la bola en la cepa del poste y obtuvo por respuesta una gran mano de Areitio. Era el minuto 31 de partido y desde ahí el control del tempo pasó a ser para el Guijuelo. Dani Hernández con un disparo lejano y Luis Lara, tras un nuevo error defensivo de Lizartarra, tuvieron la ocasión de abrir un marcador que se mantuvo en el empate inicial al termino de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Tras el paso por vestuarios llegó la mejor versión en esta temporada del conjunto chacinero. Dominio territorial, de balón y también de ocasiones. Faltaba rematar con el gol. Y este llegó en el minuto 52, cuando Jesús Muñoz se elevó en el área tras el saque de una falta lateral y de un testarazo mandó la pelota al fondo de la red tras tocar en el palo. Pero como es habitual, la fortuna estuvo cerca de volver a ser esquiva a los chicos de Ángel Sánchez. La mejor ocasión del Izarra estuvo en la cabeza del veterano Carlos Rubén, quien convirtió un mal despeje de cabeza en un remate peligroso y sólo los reflejos de Guille Vallejo, el larguero y el providencial despeje de Jonathan Martín evitaron el empate. Un susto que hizo bajar aún más la temperatura de la grada.

Sin embargo, cuando peor pintaba la situación, en el minuto 64 llegó la expulsión de Laborda tras dar un manotazo en la cara a Dani Hernández en un forcejeo. Y seis minutos después vino la sentencia con un córner que llega al segundo palo, Jonathan Martín remata y en boca de gol, Iván Pérez la empuja a placer. Dos a cero y prácticamente parecía que todo estaba hecho. Cada contra de los verdes llevaba peligro y Carmona mandó al palo lo que hubiera sido el tercer tanto, que sí llegaría de nuevo de la mano de Iván Pérez, con otro saque de esquina en el que el defensa vitoriano fue el más listo y pondría el tercero en el luminoso.

Tres puntos como regalo anticipado de Reyes que permiten a los de Ángel Sánchez afrontar con optimismo la segunda cita marcada en rojo en el calendario, el próximo fin de semana, ante el Leioa.