Avenida no quería pecar de confianza y una muestra de ello fue el primer parcial del partido (6-0), liderado por una Fagbenle a la que sin duda el pequeño castigo del otro día le ha puesto las pilas de cara a unas de las rectas más importantes de la temporada. Sin embargo, la diferencia no solo se hizo desde el primer momento presente en el interior, como si de una perfecta sintonía se tratase exteriores y pívots se hicieron con el control del encuentro.

A pesar de la presión, de los 12 puntos de diferencia generados en la ida que podían dar pie a una posible relajación por parte de las de Miguel Ángel Ortega, todas sabían cómo debían atacar, cómo debían defender y cómo debían comenzar el partido para marca la diferencia desde el inicio y dejar las cosas claras a un Spartak de Moscú que no encontraba el hueco por el que hacer daño a Perfumerías Avenida.

El equipo visitante tenía muchos errores defensivos, lagunas especialmente en el interior que Avenida supo aprovechar a la perfección logrando un espectacular primer parcial de 29 a 11 para ponerle muy difíciles las cosas a su contrincante. Sin embargo, las de Miguel Ángel Ortega hicieron que lo mejor no fuera el marcador, sino la actitud del equipo, todas enchufadas y todas al cien por cien.

Poco le duró la alegría a las salmantinas y a su afición. Las rusas comenzaron a defender y por consiguiente a Avenida le costó atacar, con sendos errores defensivos en consecuencia. Un parcial de 0 a 12 volvía a poner a Spartak en el partido y a una Vilaró, a la que parecía no salirle nada jugando en la posición de base, en el banquillo. Volvió a salir la jefa Silvia Domínguez y el encuentro volvió a cambiar de dominador.

Robar, correr, anotar y pronto la distancia entre ambos equipos volvió a estar presente en el marcador. Avenida llegaba al descanso con doce puntos de diferencia y el doble en toda la eliminatoria, lo que suponía pie y medio en los cuartos de final de la ansiada Eurocup para Salamanca.

Ante cualquier duda, el tercer cuarto supuso el mazazo final. Llegando a ponerse a generar un parcial de 14 a 0 con una estratosférica Tiffany Hayes, el conjunto azulón llegó a ponerse hasta 40 puntos arriba con la colaboración anotadora de todas y cada una de las jugadoras que habían entrado en pista (67-37). Poco más se podía pedir a un equipo que no bajaba la intensidad, mantenía la concentración y solo le quedaba disfrutar del partido tras el trabajo realizado. Final del tercer cuarto: 77-44. Poco se puede decir de un último cuarto que, con todo decidido, hubiera preferido no ser jugado por las visitantes, pero que siguió dando alas a las de Miguel Ángel Ortega y Raquel Romo. Se ha demostrado: este equipo cuando quiere puede con todo y con todos.