Según avanza la temporada las dudas que podían surgir sobre el Santa Marta se disipan casa vez más. De hecho, el triunfo por la mínima contra La Virgen del Camino le hace crecer todavía más dentro de su subgrupo, en el que son el único invicto.

El conjunto tormesino jugó con fuego durante la primera mitad, en la que se contagió de la propuesta de su rival. Esto provocó que hubiera muchos parones y pocos acercamientos al área, la mayoría de ellos a balón parado.

Estuvo más activo el cuadro visitante, que avisó ya en los compases iniciales con un cabezazo de Lerma que atrapó Charly. Aun así, a punto estuvo de llegarse al descanso con ventaja salmantina. No en vano, en la última jugada Barbero consiguió un gol que anuló el colegiado por mano previa.

Hasta entonces el bagaje ofensivo del Santa Marta había sido casi nulo, pese a que su contrincante no daba mucha sensación de seguridad atrás. Al fin y al cabo, en una jugada al poco de cumplirse primer cuarto de hora, More se cruzó el campo de una banda a otra sin oposición, aunque finalizó con un disparo contra un rival. En el minuto siguiente la zaga leonesa se quedó quieta creyendo que había fuera de juego, pero a banda cambiada Montes remató alto.

Tampoco estuvo mucho mejor La Virgen del Camino, cuya opción más clara fue una volea al aire sobre la frontal del área. De hecho, únicamente hubo que añadir otro disparo lejanísimo de Manu que se marchó muy desviado.

Sí comenzó mejor en la segunda parte el Santa Marta, con dos tiros en el primer minuto después de que Gonzalo pisara línea de fondo en banda izquierda. Poco después, en una excelente combinación de lado a lado, Montes se sacó un zapatazo que el portero envió a córner como pudo.

El partido se decantaba poco a poco hacia el bando local, algo que ni siquiera cambió con la expulsión de Barbero. El dominio del esférico siguió siendo del conjunto rojillo y La Virgen del Camino no hizo nada por evitarlo. Por si fuera poco, un potente disparo de Montes abrió el marcador.

El equipo leonés intensificó su apuesta por los balones en largo en su búsqueda del empate, aunque tuvo siempre encima la amenaza de los contragolpes rivales, como en un derechazo de Tomi que se marchó cerca del poste. Aun así no encontraron la manera de hincarle el diente a los pupilos de Sergio Hernández, que dejó la portería a cero por cuarta jornada consecutiva para confirmar así su candidatura al liderato.