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A veces hay que rectificar

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 28 julio, 2020

Esta semana he tenido que tomar la determinación de modificar mis días y horarios de actividades porque con el calor que hace a ciertas horas, lo de practicar deporte, sobre todo en el caso de salir a correr, es una misión imposible.

La tirada corta, media hora, mal que bien se puede llevar a cabo porque busco las sombras por las calles, después un poco de caminos y vuelta pasando de nuevo por las zonas sombrías. Pero la salida de una hora tiene que ser con temperaturas más o menos soportables porque de lo contrario te puede dar un ‘perrenque’ (desmayo), como dicen por allí abajo.

Otros veranos corría con el fresquito, antes de entrar a trabajar, pero este, al no abrir la piscina, entro a las 7:00 y eso es bastante difícil, salvo que quisiera salir a las cinco y media de la mañana y va a ser que no. Así que la tirada larga, hasta que tenga vacaciones en septiembre y a partir de ahora, la voy a realizar los domingos a primera hora.

Es más, como ese día hay algunos compañeros del club Albarunning que salen a correr, lo voy a hacer en compañía y este primer domingo ha sido con Marisa y Fori. Reconozco que he agradecido el salir acompañado porque me he esforzado un poquito más y además se ha hecho entretenido pues íbamos charlando. Por cierto, qué casualidad que los tres llevábamos las mismas zapatillas, las que ya os comenté hace unas semanas, y los tres opinábamos igual, son de las más cómodas que hemos tenido.

Fuimos corriendo por caminos hasta Navales y después vuelta por la carretera para acabar por la zona que nosotros conocemos como los huertos. Me ha gustado porque no corría en compañía desde marzo, la última vez que pudimos hacer la actividad de iniciación a la carrera, y porque ha sido una especie de test para ver cómo estoy realmente, ya que al no haber carreras y al correr sin el GPS desde hace un par de años, no había podido tener ninguna referencia real. Y no es que me importe mucho, por eso dejé de usar el GPS, para no obsesionarme con los tiempos o distancias y solo centrarme en correr por sensaciones, pero de vez en cuando una referencia no nos viene mal. Modestia aparte, me sigo defendiendo bien, dentro de mis posibilidades, claro.

Ya les he dicho que si siguen saliendo los domingos, pueden contar conmigo para lo que queda de verano, después de vacaciones imagino que volveré a mis horarios normales de trabajo y saldré de nuevo el día que me toque a primera hora, antes de entrar a trabajar.

El problema que se me plantea ahora es que si la ruta de bici del sábado es dura, no voy a tener las piernas para correr al día siguiente. Este fin de semana fue una ruta tranquila y no hubo problema. Así que estoy pensando en salir con la bici los viernes por la tarde. Para pedalear el calor no es un hándicap tan importante, pero por el contrario no disfrutaría de las rutas de bici en grupo. En la bici un día de calor lo que tienes que tener en cuenta es llevar bien de líquido para reponer porque es lo que realmente vas a necesitar, hidratarte. Y tanto es así que el domingo mi hermano Andrés, que también practica la bici, en este caso de carretera, pasó por mi casa para que le rellenara el bidón con agua fresquita antes de volver hacia Salamanca. 

Lo dicho, en esta ocasión no ha habido problema porque la ruta era suave, ya iremos viendo. Además, como sabía que iba a correr al día siguiente, en el avituallamiento en vez de un par de cervezas me tomé unos refrescos, aunque Justi decía que «¡vaya avituallamientos con refrescos y cafés!«. Las cervezas, para otro día. Qué buena mañana pasamos de bici y en el avituallamiento ni os cuento las risas que nos pudimos echar, hasta terminamos riéndonos con una pareja que estaba en otra mesa con un perro de nombre muy curioso, ‘Atún’, ¡qué bueno!

Por cierto, la ruta de bici tuvo el aliciente de que nos acompañó María, con quien he coincidido solo un par de ocasiones y que ya le tiene cogido el punto a la bici, muy bien. Y sobre todo porque José (Gabi) volvió a subirse a una bici después de recuperarse de una operación, este va a necesitar poco para volver al nivel que tenía antes.

Como podréis comprender, para bajar a nadar al río no hay problema ninguno en hacerlo un día u otro porque la única variable que podría influir es la temperatura del agua y esta va a ser siempre la misma durante todo el verano, fría. ¡Qué cruz! Así que ayer por la tarde, a nadar un rato y después, sí Justi, en esta ocasión me tomé un par de cervecitas sentado con las vistas de Alba y su río. Una imagen preciosa y que para mí es de las más bonitas que puedes encontrar por esta zona.

La otra foto que aparece en el artículo es de integrantes del grupo de gimnasia con el cartel de la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) en el que nos explica lo conveniente de protegerse del sol en verano, usar cremas protectoras, no practicar deporte en horas centrales del día e hidratarse bien. Tomo nota.

Buena semana, amig@s.

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