El pasado sábado, el Santa Teresa visitó al Espanyol en plena pelea por escapar de las posiciones de descenso en Primera Iberdrola. El triunfo cayó del lado pacense por 1 a 2 y el gol de la victoria lo anotó una jugadora poco habituada a ello: María Neira.

En el minuto 46, la lateral izquierdo realizó una de sus clásicas internadas por banda, recibió el balón pegada a la línea del área, recortó hacia dentro y logró sacar el disparo para poner la pelota en el palo largo. Golazo. Y con la derecha.

Fue su primer gol en la máxima categoría del fútbol español. «Es una mezcla de emoción, felicidad, euforia, ilusión, ver más cerca la victoria porque era el 0-2… Si me pides una descripción, no sé qué decirte exactamente. Muy feliz», explica. También es su segunda diana con el Santa Teresa en siete temporadas después de la de la 2018-19 en Segunda División.

En la celebración se fue directa al banquillo a celebrarlo con el cuerpo técnico y con el segundo entrenador, con el que tenía una ‘cuenta pendiente’: «Me dijo que había soñado conmigo, que les arbitraba un partido y que había pitado en contra. Le dije que iba a marcar y me dijo que como marcara se iba del campo«, asegura entre risas antes de ponerse más seria: «Tanto ellos como las jugadoras lo merecíamos».

La victoria permitió al conjunto pacense salir de la zona de descenso después de una temporada de vaivenes. «Hemos tenido nuestras idas y venidas. Empezamos bien, sumando, y creo que nos confiamos un poco en el sentido de que al hacer tantos puntos en las primeras jornadas íbamos a estar peleando por otro reto, pero el objetivo es la permanencia y es por lo que estamos luchando. El equipo ha empezado el año con mejor pie, más compacto, más unido y se ve en el trabajo», señala.

Pero el partido del sábado ante el Espanyol no solo supuso la salida del Santa Teresa de la zona roja y el estreno goleador de María Neira, sino que también marcó un hito en la carrera de la futbolista: alcanzó los 10.000 minutos en Primera División.

«No lo he contado nunca, no he sabido ni los partidos -131-, pero me hizo ilusión verlo. Te llama la atención y te ilusiona poder haber disputado tanto tiempo la mejor categoría del fútbol español», afirma. Una cifra de 10.000 minutos que representa mucho para la zaguera: «Tanto momentos felices como tristes. Representan todo, los siete años que estoy aquí, el descenso y el ascenso… ¡Y que no pare de subir!».