El Universidad de Salamanca afrontaba una visita complicada al Curtidora Universidad de Oviedo, después de empezar el curso con una victoria en casa. Por la dificultad del rival, con un bloque definido en el que destacaban dos jugadoras de mucho nivel que pegaban tan fuerte como defendían las intentonas charras. Pero también por el viaje, que obligó al conjunto salmantino a partir hacia tierras asturianas de madrugada al jugarse el encuentro en la matinal del domingo.

El Curtidora empezó el encuentro aprovechando los problemas en el bloqueo de su rival, que debe seguir trabajando en ese apartado para suplir su falta de centímetros. Y lo aprovechó el conjunto ovetense para imponerse en el primer parcial (25-20). Pero el Universidad de Salamanca logró poco a poco despejarse, empezó a crecer, y devolvió ese golpe en el segundo set (19-25).

A partir de entonces el partido se ajustó tremendamente, con marcadores muy ajustados. La tercera manga se escapó de un modo muy doloroso para el equipo charro, con una bola que todas las jugadoras vieron fuera pero que los colegiados dieron como válida en el punto definitivo (27-25). No se vino abajo el Universidad de Salamanca, que jugaba con la presión de no sumar, y tuvo que hacer frente a un final de infarto que en esta ocasión cayó de su lado (24-26).

En el quinto y definitivo set las jugadoras de la USAL intentaron culminar su remontada para conseguir su segunda victoria de la temporada en la Primera División Femenina. Sin embargo el Curtidora Universidad de Oviedo no lo permitió en un parcial que de nuevo fue muy ajustado (15-13). El próximo sábado las salmantinas jugarán como locales, al recibir al líder, el Aceites Abril, a partir de las 16:30 horas en el pabellón Unamuno.