No solo continúa sin levantar cabeza Unionistas, sino que el encuentro contra el Arenas le deja todavía más hundido. A nivel clasificatorio, con los salmantinos colistas al permitir a su rival adelantarle en la tabla tras sumar su primera victoria de la temporada, pero sobre todo en lo emocional.

Hasta poniéndose todo de cara, al cuadro que dirige Aguirre le salió cruz. Y es que sin prácticamente preliminares llegó el gol local. El equipo charro combinó con paciencia por banda izquierda, Góngora centró al área, donde David Grande bajó el balón con el pecho. El delantero golpeó pegado al poste, y anotó su primer tanto de jugada en toda la temporada.

A Unionistas se le veía bien, con Álvaro Romero mostrándose muy activo. En solo minuto y medio el andaluz demostró que cuando él tiene el balón pasan cosas, al forzar una falta y tras la acción de estrategia posterior internarse en el área. También es cierto que con muy poco el Arenas demostraba que podía crear peligro como en una llegada a la frontal de Theo que finalizó con un disparo arriba.

Y con la pérdida de fuelle de los locales, a los que la inspiración tan solo les duró un cuarto de hora, los vizcaínos se crecieron. Cualquier acercamiento arenero llevaba el miedo a las gradas, pero sobre todo al terreno de juego. La demostración, un cabezazo de Uranga a la salida de una falta que se marchó cerca del poste de la portería de Brais.

La primera intervención del meta gallego se produjo a punto de cumplirse la media hora, tras una buena jugada del ex unionista Unai Hernández. El habilidoso futbolista cántabro encontró a Etxániz, este abrió a Ibarbia, y su zurdazo llegó manso a las manos del portero. Pero sin mucho más llegó el empate, con una llegada desde segunda línea de Zarzo para batir a Brais, que consiguió tocar el balón sin llegar a atraparlo.

Unionistas siguió intentándolo, que en su situación actual no es síntoma de mucho. Por momentos alternaba el dominio con su rival, y al menos era quien se acercaba en más ocasiones al área contraria. En todas ellas con Góngora como protagonista, encargado de cerrar la primera mitad en ese apartado con un buen disparo de falta desde la línea de tres cuartos que se marchó cerca del larguero. Una situación que no detuvo el paso por vestuarios, a cuyo regreso lo intentó con un golpeo a pie cambiado que cogió demasiada altura.

Precisamente fue Góngora quien casi sorprende al guardameta visitante con una falta que Carrio atrapó en dos tiempos con bastantes problemas; Ribelles esperaba el rechazo para empujar. Aun así la sensación era de que con dos buenos pases las filas de Unionistas se venían abajo, algo que quedó demostrado segundos más tarde. El Arenas se acercó al área rival por banda derecha, tuvo poca oposición para sacarse un centro, y Ramos entró completamente solo para cabecear a la red.

Ese golpe tumbó a los jugadores del equipo charro, e incluso a su animosa afición, superada por una situación que no han vivido en la corta existencia hasta ahora del club. Lo aprovechó el Arenas para vivir casi todo el resto del partido en campo contrario, y conseguir que prácticamente no se jugara mucho más.

Aun así Unionistas dispuso de tres buenas ocasiones para empatar el partido. En la primera de ellas, tras una pared entre Álvaro Romero y Garrido, este último decidía mal. A falta de un cuarto de hora fue Mathieu, el más destacado por los locales, quien tras una excelente acción individual metía un pase de la muerte que Carrio evitó que ningún compañero llegara a rematar. Y ya en el tiempo añadido, recordando las primeras jornadas, Pedro López cabeceaba al poste tras una falta lejana que puso en juego Portilla.

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