El inicio de temporada del FS Salamanca Unionistas marcha según lo esperado. El club se marcó desde el verano el ambicioso objetivo de ascender y hasta ahora el rumbo va viento en popa: líder, con diez puntos en cuatro jornadas y equipo máximo goleador con 22 tantos.

Sin embargo, a estas alturas de campeonato la clasificación todavía es anecdótica y tiene que acabar de perfilarse. Como apunta su entrenador, Tomás de dios, esperaban estar en estos primeros puestos «para en los cinco o seis últimos partidos marcar diferencias». Aún queda camino por recorrer.

Si bien la nota positiva es que estos buenos resultados invitan al optimismo. La plantilla sufrió una remodelación importante en verano y todavía está adaptándose a las exigencias del preparador salmantino. «Nuestro cuerpo técnico no es de tantas incorporaciones, solemos cambiar dos o tres piezas cada temporada, pero que se nos ofrecieran jugadores con experiencia y calidad nos condicionó el modelo táctico. Ahora mismo tanto en defensa como en ataque estamos al 30 o 40 por ciento de lo que realizaremos», asegura.

En ataque, el FS Salamanca Unionistas está modelando un sistema de juego de 2×2 y uno largo que no está teniendo problemas contra defensas presionantes, aunque aún tiene que acabar de pulirse contra defensas a media cancha.

En la retaguardia, De Dios quiere que los suyos realicen una defensa individual presionante con cambio, una de las más complicadas de conseguir según el entrenador. «Ahora mismo tenemos una defensa presionante con intención de robo, pero no manejamos bien los cambios», señala.

El mayor pero que le está viendo a los suyos es que encajan demasiados goles a balón parados. De los doce recibidos hasta la fecha, seis han sido en jugadas de estrategia, un aspecto que está tratando de corregir: «Lleva un proceso, estamos en ello, pero en los partidos igualados va a marcar la diferencia».

Más tranquilo se muestra con la estrategia ofensiva. «Tenemos un gran repertorio basado, más que en el modelo táctico, en la individualidad de los jugadores. Si bien en la estrategia, donde hacíamos uno o dos goles a balón parado, este año nos está costando más y es que el proceso de adaptación cuando incorporas el 40 por ciento de la plantilla tarda más», afirma.

Lo que no tardaron en asimilar los jugadores fue el objetivo del club y eso le da confianza para el futuro: «Desde el principio el mensaje del cuerpo técnico era que estábamos desafiando a nuestra liga, queríamos ascender y ellos lo han asimilado y asumen la responsabilidad con todas las consecuencias que puede llevar eso. Con un objetivo tan exigente en todas las canchas te van a querer ganar, incluso pasar por encima. Es un aliciente para nosotros, nos va a exigir progresar».