El encuentro del Confiterías Gil Ciudad de Salamanca del pasado domingo frente al BM Delicias dejó varias noticias positivas. La primera, la victoria; la segunda, el liderato; y la tercera y más importante, la recuperación para el balonmano de Ariadna Siñol.

La joven lateral de equipo charro volvió a las pistas después de estar prácticamente dos años en el dique seco y acumular dos roturas del ligamento cruzado de su rodilla izquierda casi consecutivas. Y decimos lo del «casi» porque entre lesión y lesión apenas pudo disputar ocho minutos contra el Aula – UEMC la pasada temporada.

Su calvario empezó en el año 2017, cuando sufrió su primer percance con la selección catalana en el Campeonato de España. Después de la operación fue fichada por el Cleba León y cedida al Ciudad de Salamanca. Sin embargo, su paso por el quirófano no fue todo lo bien que se esperaba y el ligamento quedó muy laxo. En su debut con el conjunto salmantino en 2018, la rodilla dijo basta.

«Quise dejarlo. Es duro, hay muchos días que no sé… Salía de la parada del bus y se me iba la rodilla y estaba a punto de caerme. Si tuviera a mi padre para que me llevara en coche… Es mucho más cómodo estar en casa. Psicológicamente te falta ese cariño de los tuyos. Te afecta muchísimo la lesión y más aún el hecho de estar a punto de conseguir el cien por cien y volverte a romper», recuerda esta barcelonesa afincada en Salamanca por los estudios.

Ahora, después de haber estado todo el verano trabajando con una preparadora física, ha vuelto a sentirse jugadora de balonmano. «Fue superbien. No me acordaba de lo que era un partido, de jugarlo, de las sensaciones de celebrar los goles en la pista, que no era estar en el banquillo o en la grada…», confiesa.

Y el reestreno no pudo ser mejor: victoria de su equipo, liderato y seis goles en su marcador particular, la máxima anotadora del Confiterías Gil junto a Lola Córdoba. Jugó tiempos moderados, sin forzar, pero con el paso de los partidos y a medida que vaya recuperando su nivel, será una pieza clave para Julián Martín entre otras cosas por su buen lanzamiento exterior.

Criada en el Handbol Sant Vicenç, Ariadna tiene muy claro lo que quiere hacer a partir de ahora: «Tengo muchísimas ganas de disfrutar del balonmano«. Y para ello está en el lugar y en el grupo adecuado: «Nos cuesta más el juego en equipo porque la mayoría somos nuevas y nos cuesta entendernos, pero individualmente y de lo que he visto desde que llegué a Salamanca, es el año que más nivel hay. Como personas el grupo es chulo y estamos bien entre todas. Tengo muchas ganas y la gente acompaña estas ganas de volver a jugar«.

Y concluye con una afirmación comedida, pero ambiciosa: «No veo tan difícil el hecho de llegar a una fase de ascenso, ganarla no sé, pero llegar no lo veo tan difícil».