Antes de que arrancara la jornada,el partido del Santa Marta DH ya se antojaba de gran importancia al recibir a un rival directo como el Badajoz. Pero la sorprendente victoria a domicilio del Adarve aumentaba la presión para ambos contendientes. Quizás por ese motivo las ocasiones escasearon, permitiendo que un gol tormesino en los últimos minutos acabará siendo definitivo.

Y eso que los pupilos de Sergio Hernández, que regresaba al banquillo del San Casto, tuvieron un arranque dubitativo que casi les cuesta caro. No en vano, en el minuto 2 permitieron al Badajoz disponer de una falta muy peligrosa, pero el disparo de Peter se marchó rozando el larguero.

Dicho aviso espabiló al Santa Marta, que tan solo concedió un disparo más antes del descanso. También se produjo a balón parado, con un cabezazo de Rubi cerca de cumplirse la media hora a la salida de un córner; Isaac apareció con un guante providencial junto a la cepa del poste.

Aun así, los charros tampoco rondaron prácticamente el área rival, salvo en un pequeño lapso de tiempo entre los avisos pacenses. Y el guardameta Narváez respondió con solvencia, al atrapar en dos tiempos un remate desde la frontal de Joe y repeler con el pie un zurdazo de Gil mucho más cercano.

Tras el descanso continuó el plan de ambos equipos de por encima de todo dejar su portería a cero. Una intención que en el Santa Marta se potenció tras las lesiones de Gil y Tena, los cuales se unen a una plagada enfermería. Por ese motivo las ocasiones volvieron a contarse con los dedos de una mano, y salvo en el tramo final estuvieron muy espaciadas.

Esta vez fue el cuadro salmantino quien lo intentó antes, con un disparo de David por encima del larguero gracias a un libre indirecto en el área del Badajoz. La respuesta pacense la protagonizó Santi, que a trompicones consiguió ganar metros y desde muy cerca remató al lateral de la red. Poco después el turno volvió a ser para el Santa Marta, con zurdazo de Santos bien dirigido en el que la cabeza de un zaguero evitó que Narváez tuviera que lucirse.

Así se llegó a los últimos diez minutos, en los que se decidió el partido, que bien pudo decantarse del lado visitante. Con una falta peligrosa junto a la frontal que se paseó sin que nadie rematara, pero sobre todo con un golpeo desde fuera del área de Mario; la madera salvó al Santa Marta. La jugada continuó, y en cien metros los locales pasaron de poder perder el encuentro a conseguir tres puntos balsámicos con gol de Julio, que empujaba un envío al segundo palo desde banda derecha.