El Club Deportivo Guijuelo está atravesando un año complicado. Desde que aterrizó en la categoría, solo en la temporada 2010-11 estaba más abajo al término de la primera vuelta (colista con 14 puntos) y con su posición de play out iguala las estadísticas de la 2009-10 (con 18 puntos) y de la 2016-17. Incluso en el año del debut estaba más arriba a estas alturas de la competición, aunque con los mismos puntos, eso sí.

De ahí que se hayan encendido todas las alarmas en el seno del club chacinero. Tiene experiencia en Segunda B, tiene un buen entrenador y tiene jugadores para estar más arriba, pero el equipo ha vivido gran parte de la temporada sumido en la depresión y solo en este último tramo parece empezar a ver la luz.

Y, como no podía ser de otra forma, el Municipal es el que ha llevado cierta tranquilidad al Guijuelo. Su estadio, uno de los más difíciles de todo el grupo, había sido mancillado en cinco ocasiones (cuatro derrotas y un empate) y eso es algo que no debe permitir. Ahora, tres victorias consecutivas en casa y el empate a domicilio ante el Valladolid Promesas le han permitido salir del descenso, una zona en la que cayó en la décima jornada y que no había abandonado hasta este fin de semana.

De hecho, su actual racha de un empate y un triunfo es la mejor desde que comenzó el curso, lo que demuestra que no ha sido una primera vuelta sencilla. Los nueve encuentros sin ganar entre la quinta y la decimotercera jornada pusieron a Ángel Sánchez al borde del adiós, pero la dinámica actual le ha dado la razón a la paciencia de la directiva.

El club confía en salir de esta situación y para escapar de la zona caliente realizará las remodelaciones necesarias en una plantilla que no ha acabado de explotar. La llegada de Sikorski una vez iniciada la liga trajo el delantero centro que tanta falta le hacía, pero el austriaco ha ido perdiendo protagonismo en las últimas fechas, por lo que se antoja como una posición clave a la hora de incorporar refuerzos. La otra, muy posiblemente, la portería. Guille Vallejo ha alternado buenas paradas con fallos y su suplente, Taliby, tampoco ha dado mucha confianza.

Como suele ocurrir en el cuadro chacinero, la defensa ha sido la línea más solvente hasta el momento y los 22 goles encajados lo corroboran. Jesús Muñoz e Iván Pérez son sus dos máximos representantes y solo hay un jugador de campo que ha disputado más minutos que ellos, Pablo Espina. El asturiano ha sido titular en las 19 jornadas de liga y ha marcado cinco de los 19 goles del equipo. Le sigue Yassin Fekir con tres. Al francés le costó entrar, pero se ha ganado el sitio con buenas actuaciones y está llamado a ser un futbolista diferencial en la segunda vuelta.

Para empezar el segundo periodo del campeonato, el Guijuelo vuelve a jugar en casa ante un rival directo como el Leioa, una nueva oportunidad para demostrar que la luz sigue iluminando al Municipal.