Perfumerías Avenida ya conoce a su rival en la final de la Copa de la Reina. Será el esperado, su bestia negra reciente, el Spar Citylift Girona, que al igual que las salmantinas impusieron su calidad en el último cuarto. Hasta entonces habían ido prácticamente en todo momento por delante, pero sin romper el choque contra Valencia Basket (77-60).

Las catalanas quisieron decantar el encuentro de su lado desde el inicio, y aunque el triple de Bishop en el primer minuto lo respondió instantes después Tirera, consiguieron un parcial de 8-0 que les daba una buena ventaja para empezar (11-3). A Rubén Burgos no le gustaba lo que veía y por eso pidió un tiempo muerto que espabiló a las suyas (13-10).

A valencianas y gerundenses les costaba anotar mucho menos que en su debut en el torneo. Sobre todo desde el exterior, con solo un fallo en los seis intentos que hubo entre ambos aros en todo el primer cuarto, el cual acabó con cinco puntos consecutivos de Rosó Buch, los dos últimos sobre la bocina (24-24).

Ese tanteo se mantuvo algo más de dos minutos, hasta que Jana Raman movió el electrónico con una bandeja que ponía por delante por primera vez en todo el encuentro al Valencia Basket. Para la respuesta del Spar Citylift Girona hubo que esperar a un triple muy lejano de Sonja Vasic cuando la posesión acababa (27-26).

El conjunto dirigido por Eric Suris se cargaba de faltas, con la tercera incluso de Laia Palau, pero su oponente prácticamente no lo aprovechó para acudir a la línea de tiro libre durante un tramo en el que volvió a sufrir (40-33). Sí lo lograron en los compases previos al descanso, en los que de nuevo hacían la goma con el resultado (43-42).

Lo mismo ocurrió al inicio de la segunda mitad, que arrancó con María Araujo tomando la responsabilidad anotadora del Spar Citylift Girona (52-44). Y esta vez al cuadro taronja le costó reaccionar, castigado por si fuera poco con una técnica a Queralt Casas (59-50). Aun así, entró con opciones al último periodo (59-54).

Ya no era tan fácil anotar como al principio, una situación en la que se sienten más cómodas las gerundenses, que no solo jugaban con su renta sino que encima la ampliaban a falta de solo tres minutos y medio (68-58). Cualquier golpe podía tumbar al Valencia Basket, que además encajó tres de manera consecutiva (75-58).

De este modo el partido quedó sentenciado, sin que las jugadoras de Rubén Burgos consiguieran maquillar mucho el resultado (77-60).