Álex Garrido ha anunciado su adiós al Peñaranda. El delantero salmantino cierra su etapa en el Luis García García después de dos temporadas en las que ha sido el auténtico referente ofensivo, con 33 goles en su cuenta particular (15 en la 2018-19 y 18 en la 2019-20).

Su capacidad anotadora ha llamado la atención de varios clubes y aunque lo ha tenido que pensar bastante, finalmente ha dado el paso de salir: «Me ha costado porque estaba muy a gusto y el ambiente es muy bueno, pero es momento de buscar otro reto».

Su valoración en estos dos cursos es «muy buena» y se muestra muy agradecido a todos los integrantes del club. «Me han tratado genial, me acogieron muy bien desde el principio. Me ha servido para mejorar mucho personal y deportivamente. Las personas que hay tienen un trato muy cercano y te hacen sentir muy a gusto y deportivamente, el año pasado nos quedamos a las puertas aunque hicimos una gran temporada y este año hemos conseguido el objetivo», confiesa.

Precisamente el delantero se puede marchar con la sensación de tener los deberes hechos con ese ascenso a Tercera División. «Teníamos muchas ganas, con un objetivo más concreto trabajas bien desde el principio», reconoce.

Y apunta a su entrenador, Peque, como el principal artífice del éxito: «Para mí es la pieza clave de este club. Es la pieza que une todo, la persona que siempre está ahí, que te ayuda, que si estás triste te llama da igual la hora y te levanta el ánimo».