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Al final tuvieron que cerrar Salamanca, se veía venir

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 20 octubre, 2020

Con el lunes y el jueves también festivo aquí, Santa Teresa, la semana se pasó volando y además perdía uno la noción del día en el que estaba. Otra novedad ha sido el frío, por las noches sobre todo, que hasta las 9:30 de la mañana había que soportar, aunque después la temperatura aumentaba y se estaba relativamente bien. Frío casi de invierno que ha llegado con un mes de antelación y que cubría los tejados de blanco en la madrugada. Ojalá me equivoque, pero cuando llegue el invierno de verdad los negocios de hostelería van a sufrir bastante, porque dentro vamos a ser muchos los que somos reacios a estar si hay mucha gente y fuera no se va a poder estar. ¡Vaya año!

En fin, cambiemos a lo deportivo por estar un poco más animados, pero en realidad poco porque por lo que se ve el atletismo no federado va a ser de los últimos deportes que se van a poner en marcha en Castilla y León. Nos han mandado las convocatorias de los circuitos provinciales de canicross y de duatlón, pero de carreras, y ya no os digo de Juegos Escolares, de momento nada. Cuando veo por las redes sociales las noticias de los equipos infantiles que ya están entrenando en otras comunidades me da envidia porque sigo sin entender qué problema hay para comenzar una actividad, y me refiero solo a los entrenamientos, que se realiza al aire libre y sin contacto, habrá que seguir esperando.

El jueves por la mañana salí a correr y os puedo asegurar que pasé frío de verdad. Supongo que era porque el cuerpo no está todavía acostumbrado a esas temperaturas. Yo, que suelo quedarme en invierno en manga corta a los 10 minutos de empezar, pasé frío en las manos durante el recorrido de media hora y solo al acabar y porque era subida, me desabroché el cortavientos. Me tocaba la media hora y además, aunque hubiera ganas de haber corrido más tiempo, mi idea era probar el tobillo y no forzar en absoluto para ver si se había solucionado el esquince que me hice el sábado anterior. Y sí, unas pequeñísimas molestias en algún momento, pero el problema está solucionado y ya no me molesta en absoluto.

El sábado, antes de salir con la bici, tenía que hacer una tarea del trabajo que se alargó más de la cuenta y tuve que avisar al grupo para salir un poco más tarde y no hacerles esperar. Así que en cuanto acabé, a la bici y con los compañeros del club a recorrer el monte y algunos caminos de enlace entre tramos. Pasamos una mañana espectacular con recorridos que hacía mucho tiempo por los que no transitábamos, y no solo nosotros. Tanto hace que no pasa nadie que la vegetación ha crecido y era difícil pasar como veréis en una de las fotos. Y además se incluyó en el recorrido alguna zona que no conocíamos, o más bien por la que habíamos pasado por otros senderos.      

Al acabar no dio tiempo para tomar algo juntos porque entre que salimos más tarde y nos entretuvimos un poco más de la cuenta, se nos había ido la mañana. En realidad yo no tenía mucha prisa porque los sábados solemos acercarnos a dar un paseo por Salamanca con mi madre y ya lo habíamos hecho el viernes por la tarde, antes de que entrara en vigor el cierre de dos semanas. 

Sin poder ir a ver a mi madre, sin el paseo, sin sentarnos un rato en una terraza para tomar algo con ella y al día siguiente ver en la televisión a los energúmenos e impresentables que se saltaban las normas desde la primera noche. No sé a qué se está esperando para imponer un toque de queda como se está haciendo en otros sitios de Europa y que no se pueda salir de casa en unas horas determinadas, nos lo agradecerían la salud de las personas y la economía de los negocios de hostelería que van a ser los que van a salir peor parados de esta situación.

Por lo demás, el fin de semana en tareas de técnico de sonido en algunos de los pocos actos que está habiendo por las fiestas. El sábado, en la presentación de un libro sobre la historia de Amatos, pedanía de Alba; y el domingo, en la doble sesión que hubo en la plaza cubierta, una clase práctica de la escuela de toreo de la Diputación por la mañana y una novillada por la tarde.

Y esta semana, si no hay ningún cambio, volveré a nadar en la piscina de Santa Marta. Por lo pronto ya tengo reservada la hora a la que tengo prevista ir el viernes. Conozco a algunos que ya han empezado y me dicen que todo está muy bien organizado y que hasta mucho mejor que antes de todo esto. Ya os contaré en el próximo artículo.

Buena semana, amig@s.

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