El USAL La Antigua recibe este sábado a las 19:00 horas al Cantbasket cántabro en el Municipal de Würzburg. Las recientes restricciones impuestas por la Junta de Castilla y León para controlar la pandemia obligan a que el partido sea, de nuevo, a puerta cerrada, por lo que el equipo charro no podrá estar arropado por su público.

El equipo entrenado por Óscar Núñez se medirá a un rival directo en cuanto a objetivos de nuevo con bajas. En este caso las de Pedro de la Calle y Carlos Manzano, que no se han recuperado de sus problemas (además de la ya conocida de Rober Herrero), aunque al menos recupera a Kupa y Nelson respecto al último choque jugado.

Tras someterse a los test del COVID-19, el USAL La Antigua volvió a obtener resultados negativos de todos sus miembros, por lo que podrán competir sin problemas el sábado.

“Para nosotros este partido puede ser una buena piedra de toque para ver cómo nos encontramos porque Cantbasket es un rival directo que va a estar arriba”, reconoce el técnico Óscar Núñez. El equipo cántabro ya hizo buen año la temporada pasada militando en el grupo vasco, donde terminó entre los mejores. Este año han mantenido el bloque de jugadores.

“Cantbasket es un equipo muy equilibrado con dos interiores foráneos de mucho peso y gente experta en el exterior como Jaime García o Jon Peña y un viejo conocido nuestro, Álvaro Reyes -hijo del ex jugador de Tormes, Miguel Ángel Reyes- que es un 3-4 con buena mano”, resume Núñez.

“Al partido de Palencia llegamos muy justos y ahora afortunadamente hemos tenido dos semanas para trabajar y recuperar lesionados. Tenemos aún mucho que pulir ya que nos falta ritmo de competición, pero supongo que estamos todos iguales”, añade el entrenador salmantino.

Para terminar, Núñez lamenta hecho de jugar sin público “Es una pena porque tener a nuestra gente nos motiva y nos arropa. Hay que convencer a los jugadores de que, aunque no haya público, hay que motivarse de la misma manera”.