El pasado fin de semana se celebró la undécima y más atípica edición de la Carrera de los 1.000 Pasos. Los organizadores tuvieron que reinventar la prueba para desarrollarla de manera virtual y pese a todos los condicionantes, de nuevo fue un éxito de participación, solidaridad y visibilidad.

Casi 1.200 personas se sumaron a la iniciativa y la recaudación ha ascendido a más de 4.000 euros. Eugenio Sánchez Redondo, responsable de la Fundación Aviva, valora de forma positiva esta edición: «Afortunadamente la hemos podido hacer. La idea era mantener el espíritu, es una necesidad pensando en nuestro colectivo. Nos contagiamos con un poco de ilusión y de ahí surgió la idea, ha sido una cuestión de todos, nos hemos adaptado de tal manera que hemos sido capaces de mostrar que la persona con discapacidad sigue viva, sigue latiendo. Muchos pocos podemos transformar las ilusiones en vida«.

Sánchez Redondo considera que el resultado es para estar satisfecho, más si cabe con todos los condicionantes que rodeaban a esta Carrera de los 1.000 Pasos. «Es una situación muy compleja, la gente no tiene demasiado ánimo para afrontar situaciones de todo tipo como para pensar en el deporte, que no es una prioridad. La gente quiere fiesta, encuentro, la carrera es un punto de reunión y este año no se podía hacer», explica.

Además, el responsable de la fundación señala cuál es el motor que les impulsa a organizar el evento: «Lo que más nos motiva es la ilusión de nuestros jóvenes, de nuestras familias, esa ilusión que hacía tiempo que no veíamos. Somos muchos pocos sumando para que veamos que somos muchos en el sentimiento de Aviva».

Cabe recordar que las personas con discapacidad son un colectivo de extrema vulnerabilidad en la situación sociosanitaria actual. A su lado se encuentra siempre la Fundación Aviva para ayudar en su calidad de vida y avanzar en la inclusión a través del deporte, aunque las medidas actuales también le están afectando. «Estamos como todos, con muchas restricciones. Nosotros nacimos en la calle, en la participación con todas las entidades y eso es en lo que más condicionados estamos. Todas las entidades somos supervivientes en esa capacidad que tenemos en las circunstancias actuales. No podemos utilizar pabellones, una medida incomprensible, así que lo hacemos en el patio con las condiciones menos favorables y en grupos reducidos, ninguno puede superar los seis. Estamos pasando una prueba más, pero el sentimiento de la carrera es lo que impera», finaliza Eugenio Sánchez.