Lorenzo Santolino cuentas las horas para tomar la salida en su tercer Dakar, y quiere que a la tercera sea la vencida. Su objetivo primordial es acabar la carrera por primera vez, tras haber terminado sus anteriores participaciones con sendos abandonos por lesión tras haber brillado en su debut y en su segunda participación. La edición de 2021, segunda en Arabia, llega con cambios en la carrera que suponen una pequeña revolución y la convierten en la más abierta a priori de los últimos años.

Santolino ha completado este viernes las verificaciones administrativas, último paso antes de la primera jornada. Tras haberse metido en la ‘burbuja’ de la carrera para hacer frente al COVID-19, y con la preceptiva PCR negativa, el salmantino y su motocicleta han pasado las comprobaciones que se hacen de licencia, equipo y características técnicas. El día 2 de enero se celebra el tradicional podio de salida y también la prólogo de 11 kilómetros que decidirá el orden de salida a la primera etapa.

Durante este proceso la organización ha sellado los seis neumáticos traseros que podrá usar, como máximo, durante toda la carrera. Esta es una de las novedades que trae el Dakar 2021. Tras las ‘quejas’ por la alta velocidad de algunas etapas del año pasado y con más tiempo para diseñar el recorrido, la organización ha cambiado el planteamiento y ha dado una vuelta de tuerca a la seguridad. Las doce etapas en línea, cerca de 7.000 kilómetros, primarán pilotaje y navegación, ya que se limitan las ayudas tecnológicas y el road book se entregará veinte minutos antes de empezar en todas las etapas, no solo en algunas como el año pasado. Las prestaciones puras tendrán menos importancia y, de hecho, habrá zonas con limitación de velocidad. Para incrementar la seguridad de manera adicional, los pilotos llevarán avisadores acústicos para las zonas marcadas como de mayor peligro.

Cambios en la reglamentación

Técnicamente, se limitan las reparaciones y el número de neumáticos. Los pilotos de categoría Elite, caso de Santolino, tienen un máximo de seis neumáticos traseros para toda la carrera. Se da por segura la resistencia de los neumáticos, Michel Desert en el caso de Sherco, el equipo de Santolino. Pero esta restricción puede afectar a la estrategia de carrera ya que, en algunos momentos, puede ser interesante reservar gomas, por ejemplo, para las últimas etapas.

También se primará la fiabilidad mecánica. Este año solo se podrá cambiar un pistón de motor en toda la carrera sin penalización (15 minutos por cada cambio adicional) y las reparaciones en carrera tendrán que hacerse fuera de los repostajes. Es decir, en etapa y asumiendo posible pérdida de tiempo. Y en la etapa maratón las tendrán que hacer los propios pilotos.

En cuanto a la competencia, este año es el primero de Honda como vigente campeona y con Ricky Brabec defendiendo el título. También es el primero en el que el grupo KTM intentará recuperar el trono que lograron durante 18 años consecutivos. La marca austriaca llega con tres campeones del Dakar en sus filas para conseguirlo. Toby Price, Matthias Walkner y Sam Sunderland, y reforzados con Ross Branch. Además, dentro del mismo grupo Husqvarna aporta a un serio candidato como Pablo Quintanilla acompañado por Andrew Short. En Yamaha repiten Adrien Van Beveren y Franco Caimi.

En cuanto a los españoles, su referente sigue siendo Joan Barreda. Es uno de los pilotos más rápidos de la historia del Dakar, con el récord de victorias de etapa (17) y que sigue buscando un podio final que se le ha negado. Laia Sanz es un seguro a pesar de los problemas de salud que ha sufrido durante la preparación, ya que una carrera más técnica le favorece y ya ha demostrado dónde puede llegar. Betriu, debutante el año pasado, el debutante Toscha Schareina, el veterano Joan Pedrero y el propio Santolino completan las bazas españolas.