Otra vez se le escaparon puntos al Santa Marta juvenil en su feudo pese a ir mandando en el marcador. En esta ocasión el golpe moral fue todavía más doloroso, no tanto por producirse en un derbi regional contra el Real Valladolid, sino porque los dos tantos visitantes fueron en propia puerta. De este modo se certifica el último puesto de los pupilos de Jonathan Parra en la primera fase.

Los jugadores blanquivioletas dieron buena muestra de su calidad desde el pitido inicial, pero se adelantó el conjunto local. Lo hizo además en su primer acercamiento, generado en una cabalgada por banda derecha. Forli marcó el gol, aunque para ello tuvo que darse la vuelta dentro del área y batir con un disparo ajustado al portero rival.

Duró poco la alegría, como siempre ocurre en casa del pobre, porque el empate llegó cinco minutos después en un golpe de mala suerte para el Santa Marta. No en vano, Castri ganó la banda izquierda y su centro lo metió en propia puerta Rivero.

En ese mismo costado el Real Valladolid siguió cimentando su superioridad a lo largo de la primera parte. Sin embargo, hasta la media hora su único disparo lo protagonizó Canito a la salida de un córner y se marchó por encima del larguero. Respondió con un lanzamiento directo de falta Jorge Vicente en una posición peligrosa, aunque Aceves despejó junto a su poste.

El equipo pucelano daba la sensación de tener dormido el juego, capaz de marcar en cuanto acelerara un poco en un partido a dos velocidades. Y así fue, porque Aizcorbe hizo un autogol al filo del descanso cuando intentaba despejar un remate de Arroyo, que se había quedado solo dentro del área tras un pase filtrado.

El guion no cambió en la segunda mitad y hasta la hora de juego el Real Valladolid únicamente creó peligro en un saque de esquina, de nuevo sin disparar directamente. Al fin y al cabo, Iker despejó contra un rival y el balón se perdió por línea de fondo.

Pese a su superioridad, los visitantes jugaban con fuego y el Santa Marta lo aprovechó para dar un paso adelante liderados por Hugo. El atacante charro comenzó con una conducción hasta el borde del área, pero Aceves evitó el gol en la mismísima escuadra con una buena estirada. Además, en un centro raso desde banda izquierda se produjo un barullo cerca de la portería en el que el propio Hugo no logró empujar el balón a la red.

Ya en el tramo final volvió a aparecer el Valladolid, con un centro muy potente de Renato que controló de manera espectacular Maroto, pero el habilidoso jugador blanquivioleta no fue capaz de enviar el balón entre los tres palos. Aún así, respondió el conjunto local, que rondó el gol en una jugada en la que Jorge casi regatea al portero.

Después de este aviso Baptista decidió atar la victoria y completó las ventanas con un triple cambio. Pese a ello concedió dos falta indirectas en el añadido que ninguno de sus jugadores cabeceó, mientras que entre ambas los pucelanos tuvieron la sentencia en un mano a mano de Slavy que salvó Iker.