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Todo es relativo

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 10 agosto, 2021

Salir con la bici el sábado 7 de agosto, que haga fresquito, la verdad es que sobra el diminutivo, y que además te caiga durante un rato una lluvia fina es algo que no te esperas, pero es lo que hemos tenido este verano con la meteorología. Al parecer esta semana vamos a sudar de lo lindo durante unos días y después, ya veremos, porque si sigue el patrón del verano nos tocará pasar frío por las mañanas de nuevo.

Lo bueno que tiene es que para practicar deporte está muy bien, pero para lo demás no sé yo. Por estas latitudes en verano tiene que hacer calor, porque esto no va de lo que queramos nosotros, sino de lo que tiene que ser, aunque también es probable que tengamos bastante culpa de los cambios en el clima y me temo que no haremos nada hasta que sea demasiado tarde.

Y siguiendo con la ruta del sábado. Qué bien ver a Polo de nuevo con su bici habitual. Parece que poco a poco, muy poco a poco, va volviendo la normalidad a las tiendas y los talleres de reparación y llegan piezas para arreglar y bicicletas nuevas para vender. 

Lo que sí es preocupante es que a través de internet se consigan las piezas de repuesto que necesites, pero a través de los distribuidores sea una misión imposible, o por lo menos de meses, que esas mismas piezas lleguen. Son cosas que no se entienden bien y si no que se lo pregunten a más de un conocido que después de meses la bici en el taller sin arreglar porque no llegan las piezas, las ha conseguido él mismo por internet y se las ha llevado al mecánico para terminar la reparación. Es lo que hay.

Se acabaron los Juegos Olímpicos. Al final con mejores resultados de los que auguraba la primera semana y ya casi los deportistas tienen que empezar a prepararse para las próximas competiciones, porque ahora va todo con un año de retraso puesto que se supone que volverá la normalidad y los distintos campeonatos nacionales, continentales, del mundo, etc. retomarán sus fechas habituales y en tres años tendremos los próximos en París, bien cerquita. Esperemos que para entonces, ‘cuan largo lo fiamos’, todo lo que estamos viviendo no sea más que un mal recuerdo y una advertencia de lo que puede venir, aunque, como he dicho en más de una ocasión, hace unos párrafos la última con el tema del cambio climático, ‘el hombre es el único animal que tropieza una y otra vez en la misma piedra’.

Y hablando de planificaciones y de normalidad. En mi caso la he tenido que modificar esta semana porque no iba a poder salir a correr el lunes y aprovechando que la ruta de bici del sábado fue más corta y más ‘suave’ de lo normal, salí el domingo por la mañana al trote.

Puntualizaciones porque todo es relativo. Lo de suave va entrecomillado porque hace mucho que no sé lo que es una salida suave. Más corta sí, pero ello no significa que llegues a casa sin el trabajo hecho porque ya nos encargamos de compensar unas cosas con otras. Pero bueno, sí es cierto que las piernas llegaron mejor que en otras ocasiones y podía hacer el exceso de salir a correr el domingo. Además, no hago las horas de gimnasia semanales de la temporada ordinaria, nueve, y eso se nota en lo descansado que estoy.     

La otra puntualización es que lo de al trote es una manera de hablar porque al final acabo metiendo cuestas y se acumula el trabajo sí o sí. Solo me guío por el reloj en las salidas, pongo el cronómetro y calculo para hacer una hora y resulta que salí por la zona de cuestas y toboganes de ‘los coladeros’ y más o menos hice el mismo recorrido de otras veces. Al final, al trote puede que empezara, pero terminé igual que otras veces.

Esta semana acabamos la segunda tanda de cursos de natación. He tenido un grupo específico de perfeccionamiento que es con los que me gusta trabajar y se me han pasado rápido las tres semanas. De todas formas ya tenía ganas de acabar, no porque no estuviera a gusto, sino porque hay muchas cosas que hacer antes de bajar a la piscina y ahora dispondré de una hora más para hacerlas y más tranquilo, que estaba yendo a la carrera para llevar las cosas más o menos al día durante las seis semanas que en total han durado los cursos. Menos mal que he aprendido a organizarme y planificar todo antes de empezar. Se ‘pierden’ unos minutos en ello, pero después se recuperan rápidamente y terminas haciendo más y mejor. No sé si es casualidad o no, pero desde que comenzó la pandemia el nivel de trabajo ha subido, mucho no, muchísimo, y se acumula de un día para otro, tanto que tengo que apuntar las cosas porque ya son demasiadas y se me pueden olvidar, ¿o será cosa de la edad?

Siete años de mi primer triatlón (fotos) y qué ganas de poder hacer otro pronto porque entre unas cosas y otras, agosto es un mes de buenos y malos recuerdos, van tres años desde el último.

Buena semana, amig@s.

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