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Fin de semana a tope

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 28 septiembre, 2021

El jueves pasado comenzó la actividad de iniciación a la carrera que damos a través del Ayuntamiento de Alba de Tormes y que además es gratuita. Elegimos mal día porque estaba pinteando y por eso no nos reunimos muchos, pero con ganas de volver después de año y medio.

Los que nos atrevimos hicimos unos ejercicios de calentamiento y después a trote ‘cochinero’ completamos media hora por la zona llana del pabellón, piscinas y camping. Un recorrido circular en el que los que hacía mucho que no corrían podían parar, andar un poco y volverse a incorporar al grupo en cualquier momento, que es lo que buscamos estos primeros días, ir cogiendo fondo poco a poco.

Reconozco que a mí me vino muy bien ese trote porque estas semanas mi objetivo es otro y quería tener las piernas intactas para el sábado. Lo que empezó con dos gotas fue a más, pero ya estábamos corriendo y más o menos nos dio igual. Al acabar nos tuvimos que resguardar de la lluvia en la estación de autobuses para hacer estiramientos y despedirnos hasta el siguiente jueves. Muy bien el comienzo, a pesar del agua, porque los participantes estaban con ganas y había algunas caras nuevas.

Mi objetivo la semana pasada era llegar al sábado con las piernas perfectas para hacer una tirada larga e ir preparando la media maratón del 17 de octubre. Así que ese día, sin prisa porque tenía toda la mañana libre, desayuné temprano, esperé un rato y a eso de las 9 salí a correr dando primero una vuelta por Alba y después enfilando la carretera hasta Encinas de Arriba y vuelta. Una hora y 35 minutos, supongo que algo más de 17 kilómetros, que me dejaron con buenas sensaciones. Me quedan un par de tiradas largas en las que intentaré llegar a la hora y 45 minutos para no sufrir en exceso en la prueba porque ese día el ritmo será un poco más alto y por lo tanto las piernas se cansarán también más.

Y el domingo, inconsciente de mí, estaba inscrito en la quedada BTT de Peñaranda. Aparte del año pasado, por razones obvias, hacía unos años que no coincidía aquí en estas fechas porque normalmente todavía estoy de vacaciones. Así que a madrugar un poco y con algunos compañeros del club ciclista Alba de Tormes nos desplazamos para disfrutar de un día de bici con un montón de inscritos en la prueba peñarandina. Además tenemos muy buena relación con los organizadores y son muchas veces las que hemos quedado para hacer rutas conjuntas a lo largo de los últimos años.

También se acercó Agus, que no ha vuelto a montar después de la caída sufrida hace unos meses, para saludar a todos los amigos ciclistas que coincidieron allí, porque había casi 300 inscritos, lo que dice mucho de las ganas que tenemos de hacer cosas juntos y de retomar las quedadas y competiciones. Y si no que se lo digan también a la Diputación, que completó las 400 inscripciones de la media maratón provincial en poco más de un día.

Lo dicho, a saludar a conocidos con los que no coincidíamos desde hace tiempo y a disfrutar de una preciosa mañana de bici con un recorrido que no conocía en su mayor parte, puesto que hace cuatro años que no iba.  

Todo perfecto, la señalización, la organización, los avituallamientos, todo. Hasta el día, que amanecía con mucha niebla y humedad en Alba pero no en Peñaranda, donde de hecho a partir del primer avituallamiento se estaba perfectamente de corto.

Había dos rutas que se separaban en ese primer avituallamiento y yo, junto con Miguel y algún otro compañero del club, hicimos la corta porque no quería forzar y no sabía cómo me responderían las piernas después de la tirada larga de carrera del día anterior. Me dio un poco de pena no hacer la larga, pero creo que hice bien en no forzar porque hubiera sido contraproducente, podría haber acabado con las piernas ‘tocadas’ durante unos días y sufriendo para acabar. Íbamos tan bien que ni paramos en el segundo avituallamiento y solamente perdimos cinco escasos minutos en lo que hinchaba la rueda delantera al haber sufrido un pinchazo. 

A la llegada, a esperar a los compañeros que hicieron la larga, sentados en una terraza, tomando un refrigerio y según iban llegando, comentando las vicisitudes de la ruta. Nos dieron para comer un bocadillo de jamón, estaba bien bueno, una lata de refresco o cerveza, fruta o dulce y después helado para acabar la comida. Hasta hubo sorteo de bastantes cosas para rematar. Lo dicho, una preciosa mañana de bici, con buen ambiente y con muchas ganas de estar con los compañeros y amigos de otros sitios.

Esta semana y antes de la fecha oficial, quedaré con los integrantes de la escuela de atletismo para comenzar la temporada e ir agilizando el tema de las equipaciones y fichas. Y ya solo quedará por iniciar la actividad municipal de gimnasia de mantenimiento para mayores en próximas fechas.

Buena semana, amig@s.

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