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Jornada de campo a través en Castro Enríquez

‘Lo que da de sí una tirada larga’

Juan Carlos Hernández | 16 noviembre, 2021

De nuevo volvimos a tener competiciones de juegos escolares. Como hace dos años, fue el campo a través con el que comenzamos la temporada, y esperemos que en esta ocasión podamos tener toda la temporada completa de esta modalidad y de pista cubierta, al aire libre y duatlón.

Había nervios en algunos padres y niños porque para muchos era su primera competición y, por lo tanto, también su primer viaje en el bus y por supuesto su primera mañana viviendo el ambiente de las carreras. Por mi parte también la novedad de muchos ‘primerizos’, tanto niños como padres, y que no se me pasara nada porque además este año han cambiado las edades de las categorías y a ello se unía que en el último año solo habíamos hecho un par de jornadas de pista al aire libre y el duatlón de Ciudad Rodrigo.

Lo primero que quiero destacar es la ayuda que prestan los padres en las competiciones porque hacen que todo sea más sencillo y lo mismo ayudan a montar o desmontar la carpa, que a poner unos imperdibles o recoger la ropa que los pequeños dejan tirada por cualquier sitio cuando se cambian.

También es de agradecer la ayuda de los atletas mayores porque echan una mano a la hora de organizarnos y hasta dirigen algunos calentamientos para que yo pueda estar más centrado en las distintas carreras.

Todos puntuales en el lugar de salida desde Alba y como os he comentado otras veces, para ellos, sobre todo para los pequeños, es una excursión en la que disfrutan desde el primer momento. La finca de Castro Enríquez es un sitio precioso para correr y solo pondría un pero, lo lejos que nos dejan los autobuses y tener que llevar un largo trecho a cuestas la carpa que montamos para que los niños se puedan cambiar y dejar las cosas mientras estamos allí. De todas formas, otra vez que es de agradecer la colaboración de los mayores de la escuela porque ellos son los que cargan con la carpa.

No hemos perdido la práctica de montarla y en ‘plis plas’ estaba hecho. A por los dorsales, repartirlos, lo mismo que los imperdibles, que, por cierto, no sé porque se llaman imperdibles si en cada carrera los pierden, en fin.

Y rápidamente empezaron las distintas carreras y como os he comentado antes, muy atento, porque son muchos niños, han cambiado las categorías, los pequeños están a lo suyo y el problema es que a alguno se le olvide que en realidad ha venido a correr y no a pasar la mañana en el campo. Además, todavía no nos han llegado todas las equipaciones y algunos corren con camisetas que no son las oficiales y cuesta reconocerlos entre tantos.

La jornada se dio bien, pude comprobar el nivel que en realidad tienen los niños y no tan niños y compararlo con el de los demás. Esta primera jornada fue lo que es todos los años, una toma de contacto y comprobar lo que hay y en dónde estamos de cara a las próximas jornadas.

El único problema ha sido la lesión de Miriam, que se hizo un esguince y esperemos se recupere pronto porque en dos semanas tenemos la siguiente competición. Nosotros acabamos y nos volvimos para casa, pero allí se celebró después una carrera del circuito de la Diputación en la que Sandra, compañera de Alba Running y a la que estuve saludando antes de irme, quedó tercera, lo que quiere decir que ha vuelto a estar en su línea después de un tiempo de parón.

Y siguiendo con las carreras, no puedo olvidarme de los conocidos que han participado en la Behobia-San Sebastián y que nos han contado que dos años después la carrera ha vuelto a ser lo que era, una de las más bonitas de correr del calendario nacional por participación, recorrido y animación a lo largo de este. Enhorabuena a Tato, Bea y Luci, compañeros del club Cádiz Costa de la luz, y a los albenses Luis y Richard.

De mis actividades hay que contar que he estado cansado por lo intensa que ha sido la semana pasada, y me temo que va a ser igual esta. En la salida de bici, el ritmo era más alto que el que yo podía llevar y cuando no llevábamos ni una hora me di la vuelta porque no era capaz de seguir a los compañeros y sabía que iba a sufrir y a frenarlos.

Bajé un poco el ritmo, me encontré mejor y me animé a terminar haciendo un buen recorrido de dos horas y media por caminos por los que no iba desde hacía tiempo. Por supuesto que fue más aburrido ir solo, pero en estas ocasiones es lo que toca para ir volviendo a retomar sensaciones y no ‘fundirte’, como me pasó la semana anterior.

Y es que la vuelta al trabajo desde septiembre ha sido muy intensa y a ello se une que estas últimas semanas tengo la cabeza en otras cosas más importantes que el deporte o el trabajo y no acabo de centrarme, hasta el punto que todavía no he podido iniciar la temporada de piscina.

Buena semana, amig@s.

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