A finales de agosto en la antesala del Campeonato de España al Aire Libre, Pedro García Fernández ya avisaba de que el cambio de entrenador a su llegada a Suiza le había devuelto al nivel de tiempos mejores. Si había alguna duda, superar su propia marca personal seis años después la ha disipado por completo.

El atleta del FC Barcelona aterriza en los 60 metros vallas de este Campeonato de España de Pista Cubierta con una marca de 7.86, la cuarta mejor de todos los participantes, conseguida hace apenas once días en Saint Gallen.

«Aquí no hay pista cubierta y ha sido un invierno jodido de entrenar en la calle a un grado y solo, pero he conseguido entrenar muy bien, sesiones de 40 minutos, pero cosas importantes. Mi entrenador me dijo de correr en 7.7 y yo le dije que estaba loco porque estaba en 8.0, pero hicimos unos cambios en la salida y en el campeonato suizo salió marca personal, una sorpresa para mí porque la carrera tampoco fue del todo buena», asegura.

El vallista explica que en su prueba la salida es muy importante y de ahí que parte de su trabajo se haya centrado en modificar la técnica: «Hemos hecho un cambio, lo he afianzado bastante y ahora en el campeonato es mi última oportunidad para hacer marca personal otra vez«.

Pensar en las medallas no es una utopía para un atleta que llega con el cuarto mejor tiempo de su prueba, pero prefiere ser cauto y espera que el cuerpo responda sin contratiempos. «Las medallas están ahí, pero primero hay que meterse en la final, que va a ser difícil. Creo que estoy, reconozco que soy mal competidor, aunque cada vez me importa menos y me pongo menos presión. El objetivo es hacer marca personal en la semifinal, meterme en la final y luego si mi pierna me deja voy ir a saco», sentencia.