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El ultimate frisbee, un deporte que mantiene las distancias

El Urracas Ultimate Salamanca ha regresado este mes a los entrenamientos en las pistas del Puente Romano

Miembros del equipo, durante un entrenamiento este mes de septiembre / FOTO: Urracas Ultimate Salamanca
Adrián A. García | 25 septiembre, 2020

La aparición del COVID-19 ha perjudicado mucho al deporte y especialmente a algunas disciplinas deportivas que no han podido regresar aún. Los deportes minoritarios son uno de los sectores que más lo pueden padecer debido a posibles temores de los usuarios, pero entre ellos aparece uno que garantiza la distancia de seguridad y que se podría considerar seguro: el ultimate frisbee.

Las propias características de este deporte sin contacto hacen que los jugadores estén alejados unos de otros para poder pasarse el disco, por lo que puede ser una opción interesante en este inicio de curso para todos aquellos que deseen ‘ponerse en marcha’.

Uno de los equipos protagonistas en la capital del Tormes es el Urracas Ultimate Salamanca, que ha comenzado este mes de septiembre los entrenamientos en las pistas del Puente Romano. «Llevamos un par de semanas pero somos poquita gente todavía porque faltan los universitarios, hay gente que está empezando a trabajar en algún colegio y anda un poco agobiado con el inicio del curso… El entrenamiento que más hemos tenido han sido 8-10 personas», cuenta José Luis Martín, su responsable.

El equipo se reúne en el campo de entrenamiento los lunes y los miércoles de 20:00 a 22:00 horas y los viernes -optativo- a las 18:00 horas. Y lo hace con la máxima precaución posible, como explica el técnico: «El ultimate es un deporte de no contacto, así que esa parte la tenemos bien cubierta. Todos empezamos a calentar y a entrenar con la mascarilla y a medida que exige un esfuerzo un poco más físico hay alguno que se la quita, pero siempre manteniendo las distancias, siempre tenemos un gel hidroalcohólico y yo me encargo de desinfectar los frisbees en casa. El gel está ahí y cada uno se pone antes de empezar a entrenar. Para lanzar el frisbee de uno a otro no podemos estar cerca porque si no el disco no vuela, los ejercicios están previstos para que no estemos cerca y cuando nos ponemos a jugar siempre mantenemos distancia y nunca hay contacto».

El curso pasado, en torno a 25 personas acudían a cada entrenamiento y en esta temporada tan complicada para el deporte, poder mantenerlo sería una gran noticia. Hace un año contábamos que las Urracas alzaban el vuelo del ultimate frisbee, ahora comprobamos que siguen volando con seguridad.

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