El pasado 22 de noviembre no fue un domingo cualquiera para Carmen Álvarez. Ese día, en el minuto 71 del Oviedo Moderno – Atlético de Madrid B, la delantera mirobrigense saltó al terreno de juego ataviada por primera vez con los colores rojiblancos.

Después de un tiempo parada por una lesión, Carmen fue paulatinamente incorporándose al grupo hasta que hace dos semanas pudo participar en las sesiones completas. El premio al esfuerzo y a la constancia llegó el domingo. «Estaba muy nerviosa, pero las sensaciones fueron muy buenas, me sentí muy bien y la rodilla respondió. Estaba esperando ese momento como agua de mayo, aunque el resultado no acompañó -su equipo perdió por 1-0-«, explica.

Entrenar al margen del grupo durante el proceso de recuperación no ayuda a adaptarse a un equipo nuevo, pero la atacante salmantina ha podido sentir en este tiempo el cariño y la atención de sus compañeras y de su entrenador: «Estás un poco más apartada y las ves poco, pero me han acogido superbien, estoy muy contenta. Me sorprendió porque al no entrenar con ellas siempre estaban pendientes. El entrenador siempre nos preguntaba y nos decía que tenía ganas de que nos fuéramos incorporando. Ahora poco a poco me tengo que ir adaptando porque mis compañeras no conocen mi juego».

Donde también tendrá que adaptarse es a la nueva categoría. En estos primeros partidos de Reto Iberdrola que ha podido ver, Carmen asegura que hay más ritmo y más intensidad que en Primera Nacional y «es difícil porque los equipos en su campo luchan hasta el final y tratan de llevarse los puntos como sea».

El pasado fin de semana, su ex equipo, el Salamanca UDS Femenino, viajó a la capital de España para enfrentarse al Atlético de Madrid C y a la hora de la comida tuvo una visita especial. «Avisé a Sergio y era una sorpresa, nadie sabía nada. Se alegraron mucho de verme y yo a ellas, son tres años de vestuario y se nota», relata. Desde la distancia, el conjunto blanquinegro ha ganado una seguidora incondicional. «Veo todos los partidos. Sí que ha habido alguno en el que han tenido mala suerte, pero creo que tienen un grupo bueno, se llevan bien y la columna vertebral se han quedado casi todas, eso es importante», señala una Carmen Álvarez cuyo sueño en rojo y blanco acaba de comenzar.