Disputadas ya las seis primeras jornadas de liga, el Guijuelo tiene muy claro cuál está siendo su mayor debe de la temporada: la falta de gol. Los charros únicamente han marcado tres tantos, y son el peor equipo de su grupo en dicho apartado. Incluso entre los 80 equipos de toda la Segunda Divsión B, tan solo Villarrubia y Badalona están por debajo.

Después de su empate a cero, su técnico Ángel Sánchez no se mostraba preocupado por esa falta de gol: “Creo en el trabajo. A veces cuesta más, a veces cuesta menos. Lo que quiero es que se vaya viendo una progresión en el juego y que los jugadores se vayan soltando”, aseguraba el entrenador bejarano. Con él mismo al frente, la pasada campaña los chacineros llevaban a estas alturas siete tantos.

Pese a esos pobres registros ofensivos, el Guijuelo es decimotercero en la tabla. Una de las razones es que prácticamente es tan difícil para ellos marcar, como lo es para sus rivales cuando se enfrentan al conjunto salmantino. Actualmente han encajado cinco goles, unos números que únicamente mejora el Calahorra en el grupo segundo. Precisamente los riojanos fueron su último rival, y como podía esperarse el encuentro acabó sin anotación.

Para paliar sus problemas ofensivos, la pasada semana el club charro incorporó al austriaco Daniel Sikorski. Además se espera un paso adelante de jugadores como Dieste, Iván Agudo, Iván Lara, Edward Bolaños o Yassin Fekir. No en vano, los únicos goleadores hasta el día de hoy son Cristóbal, Espina y Carlos Rubén, con un tanto cada uno.

A lo largo de sus catorce temporadas previas en Segunda B, en sus peores temporadas en el aspecto anotador el Guijuelo convirtió 34 dianas. En la campaña 2012-13 esto le llevó a la zona baja de la tabla, al ser decimoquinto, mientras que en la 2017-18 acabó en el mismo puesto que ocupa actualmente. Además, a estas alturas del último curso mencionado también llevaba únicamente tres goles.